Había un hermoso jardín donde a la gente le encantaba tomar el té de la tarde. Un día soleado, una gata curiosa llamada Lily entró en el jardín.
El jardín estaba lleno de flores de colores y olía a galletas recién horneadas. Lily estaba maravillada con todas las delicias en la mesa.
Mientras exploraba, tiró accidentalmente una taza de té. Pero las amables personas del jardín no se enojaron. En cambio, le dieron un trocito de pastel.
Lily ronroneó feliz y pasó toda la tarde en el jardín, haciendo nuevos amigos y disfrutando del maravilloso tiempo. A partir de ese día, Lily visitaba el jardín con frecuencia para pasar tardes encantadoras.

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